Historia
La M-30, testigo directo del desarrollo urbanístico y la modernización de Madrid y su zona metropolitana.
Los túneles de la M-30
En 1974 se inauguraron los cuatro primeros tramos de la M-30, desde el puente de Segovia hasta la denominada autopista de Barajas, actual A-2. Posteriormente fueron inaugurándose el resto de tramos hasta completar el anillo con la avenida de la Ilustración en 1992, el año de las Olimpiadas de Barcelona y de la Exposición Universal de Sevilla.
Ventas, 1970. Construcción de la M-30 en el cauce del Abroñigal
El arroyo Abroñigal era un afluente del río Manzanares, soterrado desde la década de 1970 por la M-30 y su Nudo Sur en la circunvalación de Madrid. Dio nombre a dos de los más antiguos viajes de agua de Madrid: el Alto y el Bajo Abroñigal.
En 2004, el Ministerio de Fomento traspasa la titularidad de la M-30 al Ayuntamiento de Madrid, que acomete su trasformación integral a través de 17 grandes proyectos, con el objetivo de:
- Mejorar las conexiones de la M-30 con las vías principales
- Crear nuevos itinerarios para la resolución de zonas congestionadas
- Recuperar la ribera del río Manzanares para los madrileños mediante el soterramiento de las calzadas laterales
Tiempo récord
Los túneles de la M-30 se llevaron a cabo en un tiempo récord de 980 días y durante el transcurso de los cuales se llegaron a reunir en algunos momentos a 5.000 trabajadores simultáneamente.
La inversión, de 3.666 millones de euros, hizo posible la construcción de los túneles urbanos más largos de Europa, y los segundos del mundo, por detrás del túnel japonés de Yamate.
Recuperación de la Rivera del Río Manzanares