Innovación
El mito de Ariadna y la M-30
¿Qué relación existe entre el mito griego de Ariadna y la M-30 madrileña?
A priori, puede resultar extraño, atrevido y descabellado aventurarse a establecer un paralelismo de semejante naturaleza, pero existe una conexión clara y directa entre el mito de Ariadna y la M-30, que vamos a explicar en esta primera entrada de nuestro blog.
En Madrid Calle 30 hemos decidido bautizar con el nombre de ‘ARIADNA’ a la plataforma para la señalización de equipos en los túneles de la M-30, ya que, como si de hilos mágicos se tratara, nos permite trazar una guía de localización dentro del mayor entramado de túneles carreteros urbanos de Europa y el segundo del mundo.
El mito de Ariadna es una historia de la mitología griega que narra cómo Ariadna, hija del rey Minos de Creta, ayuda a Teseo a escapar del laberinto donde habitaba el Minotauro, proporcionándole un hilo mágico que le permite encontrar el camino de regreso después de dar muerte al monstruo.
Ante cualquier eventualidad, desde el Centro de Control de Madrid Calle 30 es posible localizar e interactuar en tiempo real, con todos los puntos de localización y todos los equipos dispuestos en el interior de los túneles.
Lo es gracias a Ariadna, nuestra aplicación basada en el cálculo de grafos: una especie de ‘herramienta de navegación’ que sirve de guía para conocer el emplazamiento de todos y cada uno de los equipamientos, como por ejemplo los paneles informativos, los ventiladores, los semáforos, las cámaras y las salidas de emergencia.
Al igual que el hilo de Ariadna, los algoritmos avanzados y los sistemas de señalización automatizada pueden guiar a los vehículos a través de complejas redes de tráfico, asegurando un flujo eficiente y seguro.
El objetivo principal de Ariadna radica en la implementación de un algoritmo para la gestión automática de la señalización. Todo dentro del contexto de una red compleja de transporte como es la M-30. ¿Pero cómo se consigue exactamente?
El cálculo de grafos: las matemáticas al servicio de la movilidad y la seguridad
En infraestructuras viales tan singulares, especialmente en redes subterráneas y urbanas densamente pobladas, la gestión del tráfico supone un desafío significativo. Es el caso de la M-30, una red arterial de movilidad con tramos a cielo abierto y soterrados por la que transitan a diario una media de 1,2 millones de vehículos. El desafío está garantizado cuando se gestiona un entramado de túneles urbanos con 21 entradas y 26 salidas.
De hecho, es la complejidad intrínseca de esta red subterránea la que ha llevado a implementar algoritmos avanzados para la gestión automatizada de la señalización, con el objetivo de optimizar la seguridad y mejorar el flujo de los vehículos. Ahí entra en juego el cálculo de grafos, una rama de las matemáticas que se encarga del estudio y análisis de estructuras de datos conocidos como grafos.
Construyendo el grafo: los nodos
En la teoría de grafos, un grafo está compuesto por un conjunto de nodos o vértices que se conectan entre sí mediante enlaces o aristas. Esta representación visual permite modelar y analizar relaciones y conexiones entre diferentes elementos.
En el terreno de las redes de transporte, un grafo puede representar las conexiones entre estaciones o paradas, las rutas posibles o los tiempos de viaje. Esto permite analizar la eficiencia de la red, planificar rutas óptimas, identificar cuellos de botella y realizar simulaciones para mejorar la gestión de estas redes.
Llevado al contexto de la M-30, los nodos representan diferentes equipos que dotan a la infraestructura de la vía. Así, para definir y representar la infraestructura de la M-30 se ha creado un grafo con 40.312 nodos conectados, de los cuales 15.359 pertenecen a equipos.
El cálculo de grafos permite centrarse en aquellos equipos que interactúan directamente con el usuario de la carretera y son susceptibles de modificación desde el Centro de Control, debido a la aparición de un incidente en un punto de la carretera.
Los equipos están continuamente monitorizados y permiten ofrecer una respuesta dinámica a las condiciones cambiantes del tráfico. Cuentan con sensores que recopilan datos y que son procesados por algoritmos como el del cálculo de grafos
¿Y esto en qué se traduce para el usuario?
Todos los usuarios afectados por un incidente estarán permanentemente al corriente de lo que sucede en tiempo real. Y todos estarán informados de la alternativa más cercana que les permita evitar, siempre que sea posible, el tránsito por la zona.
En definitiva, gracias a la plataforma Ariadna convertimos un inventario de elementos aislados en una entidad matemática, un grafo, compuesto por diferentes elementos conectados entre sí.
De este modo, el cálculo de grafos va a contribuir de manera más que considerable a mejorar la gestión de una gran infraestructura a través del modelado y análisis de sus complejas interconexiones, lo que a su vez repercute en una mejor planificación y operación de la M-30.
Este enfoque es crucial para enfrentar los desafíos de movilidad en el siglo XXI, proporcionando soluciones innovadoras y sostenibles para la gestión del tráfico urbano y subterráneo de las grandes ciudades.