Ya están en marcha los trabajos de rehabilitación de la pasarela de Marqués de Zafra, también conocida como pasarela de la Paz, que proyectó hace ya casi medio siglo Javier Manterola, y que fue la primera pasarela atirantada de Madrid. Todos sus componentes, desde las pilas hasta el dintel, son de hormigón y fueron prefabricados y posteriormente montados en obra. Supuso un hito técnico, tanto por su diseño como por su concepto estructural. Se trata de una pasarela atirantada compuesta por un dintel formado por tramos prefabricados de hormigón pretensado, que suman una longitud total de 130 metros, y de unas pilas con forma de ‘A’ de 25 metros de altura, que une La Elipa con Ventas a través del parque de la Quinta de la Fuente del Berro, salvando la M-30. Su elemento más singular es la sustentación de todo el dintel mediante los 20 tirantes que van a ser sustituidos por otros nuevos, con mayores prestaciones tecnológicas. La operación entraña una complejidad a la altura del reto que supone alargar la vida útil de una infraestructura pionera, concebida por uno de los ingenieros estructurales más prestigiosos de nuestro país, catedrático de la Escuela Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos la UPM durante décadas, galardonado con el Premio Nacional de Ingeniería, el Príncipe de Viana de la Cultura y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, entre otras distinciones y reconocimientos. Además de la sustitución de los tirantes, está prevista la construcción de nuevos anclajes verticales en los estribos, la reparación de todas las zonas deterioradas del tablero y de los pilonos, la mejora del drenaje e impermeabilización del tablero, la colocación de un nuevo pavimento de resina de poliuretano coloreada, la retirada y sustitución de las barandillas y la renovación completa del alumbrado. A título de curiosidad, se va a instalar un sistema de instrumentación que permitirá la monitorización permanente de indicadores tan importantes como las vibraciones o el comportamiento de la estructura con los cambios de temperatura y de viento. La inversión (importe de la adjudicación con IVA) asciende a 2.844.367 euros y cuenta con financiación comunitaria vía Next Generation, enmarcada en la ‘Red peatonal de itinerario accesible’. Durante los 8 meses que duren las obras, permanecerá cortado el paso a peatones y ciclistas, que serán reencaminados hacia la pasarela de Ramón de Aguinaga, que conecta Fuente del Berro con la calle de San Marcelo. Con respecto al tráfico rodado, no se contempla en ningún momento el corte total de la M-30; siempre se habilitará una vía alternativa. Y los cortes parciales únicamente se programarán en horario nocturno y nunca en fin de semana, según el plan de trabajo acordado con Movilidad. Con la rehabilitación integral de la pasarela de Marqués de Zafra, el Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Obras y Equipamientos, reafirma su compromiso con la protección del patrimonio urbano, memoria de nuestra ciudad, insuflando una “segunda vida” a elementos arquitectónicos y obras de ingeniería únicas, como es el caso, para disfrute de generaciones presentes y futuras.

De izquierda a derecha, el concejal de Moncloa-Aravaca, Óscar Fanjul; la delegada de Obras y Equipamientos y presidenta de Madrid Calle 30, Paloma García Romero; y el CEO de MC30, Javier Ramírez.   La infraestructura ha reabierto al tráfico tras someterse a un laborioso proceso de rehabilitación integral La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acompañada por el concejal de Moncloa-Aravaca, Borja Fanjul, asistió el pasado 13 de marzo a la reapertura al tráfico del puente de acceso al palacio de la Moncloa sobre la M-30, una vez concluidas las obras de rehabilitación y acondicionamiento que ha llevado a cabo Madrid Calle 30. Los trabajos, que han durado ocho meses, han supuesto una inversión de 1,3 millones de euros. La intervención se puso en marcha tras la detección de problemas estructurales en el tablero del puente, lo que llevó a la necesidad de actuar de forma inmediata para prevenir su evolución y evitar que pudieran suponer un riesgo para los usuarios. Las obras han supuesto prácticamente la construcción de un nuevo puente, ya que se ha retirado el tablero existente y se ha sustituido por uno nuevo con vigas cajón prefabricadas y una losa impermeabilizada. Además, se han reforzado las pilas, se ha ejecutado un nuevo paso de canalizaciones bajo el firme de la M-30, se ha sustituido la antigua barrera de hormigón por un pretil metálico para dar cumplimiento a la normativa vigente en materia de sistemas de contención de vehículos y se han acondicionado todas las zonas adyacentes. El puente de acceso al palacio de la Moncloa es un paso superior que se encuentra situado en el arco oeste de la M-30, a la altura del kilómetro 22,9, y que fue construido en el año 1990. La estructura permite el acceso del tráfico del tronco de la M-30 en ambos sentidos hacia el palacio de la Moncloa y la Ciudad Universitaria (Facultad de Estadística). Ya pueden transitar por el puente todos los trabajadores del complejo del palacio de la Moncloa, los usuarios que accedan a los edificios de Veterinaria y Estadística de la Universidad Complutense y aquellos otros procedentes, por ejemplo, del puente de los Franceses que suelen utilizar este paso para hacer el cambio de sentido.   13.03.2024

El CEO de Madrid Calle 30 presidió el pasado 22 de febrero una sesión de trabajo enmarcada en las ‘III Jornadas sobre gestión de la movilidad urbana con criterios medioambientales’, celebradas en Zaragoza. “Sólo un operador único como Madrid Calle 30 está en condiciones de gestionar y coordinar una infraestructura tan compleja, estratégica y vital como la M-30” Sobre esta idea quiso centrar su intervención Javier Ramírez, que habló del sentimiento de orgullo de todo el equipo de MC30 (más de 400 profesionales) por tener la fortuna de trabajar al servicio de los madrileños y de la sociedad española. Ramírez puso en valor la contribución de Madrid Calle 30 como sociedad gestora de la plataforma de movilidad urbana más importante de nuestro país, que presta servicio a 486 millones de usuarios al año. Madrid Calle 30 es responsable de la gestión, explotación, conservación y mantenimiento, así como de las obras de reforma y mejora de la M-30, la vía de circunvalación urbana que rodea la almendra central de la capital, por la que en 2023 circularon 374 millones de vehículos. Ramírez se refirió al Centro de control de túneles como “el corazón” desde el que se coordinan todas las operaciones las 24 horas, los 365 días del año. Es el centro de control de túneles más complejo y mejor dotado del mundo desde el punto de vista tecnológico. Y lo va a ser aún más, gracias a la inversión de 11 millones de euros que se está llevando a cabo, aprovechando la financiación comunitaria vía Next Generation. La automatización de procesos, la implantación de algoritmos y la inteligencia artificial marcará un antes y un después. El factor humano, no obstante, seguirá siendo esencial en la gestión de emergencias. Los agentes de intervención de Madrid Calle 30 son los primeros en llegar al punto en el que se registra un incidente (en un tiempo medio de 5 minutos) y los últimos en marcharse, una vez resuelto (en no más de 17 minutos). La capacidad de respuesta está garantizada gracias a una flota de un centenar de vehículos y a las 4 bases operativas estratégicamente emplazadas a lo largo del anillo de la M-30. Al igual que sucede con el Centro de control de túneles, Madrid Calle 30 está aprovechando los fondos comunitarios destinados a programas de zonas de bajas emisiones e iniciativas en materia de eficiencia energética y energías renovables, para avanzar en otras actuaciones clave, como la rehabilitación integral de varias pasarelas o la renovación del alumbrado. La inversión global en marcha ronda los 22 millones de euros. Por último, Javier Ramírez quiso poner broche a su intervención hablando del proceso de superación permanente de Madrid Calle 30, con la modesta ambición de reafirmar nuestra condición de operador único, líder mundial, pero sobre todo, de seguir sirviendo a los madrileños y a la sociedad española.

En Madrid Calle 30 hemos finalizado los trabajos de renovación del alumbrado de refuerzo en los accesos a los túneles de la M-30. La actuación ha consistido en la retirada de 4.405 luminarias de halogenuros y la instalación de 1.300 luminarias LED en las 20 bocas de entrada. Los nuevos proyectores están concebidos para que la transición de la iluminación natural exterior a la iluminación interior se produzca de manera gradual, permitiendo la adaptación progresiva del ojo humano, evitando de este modo el cambio brusco en la visión del usuario. Se trata de luminarias “inteligentes”, que se auto regulan automáticamente en función de la iluminación a cielo abierto, según se trate de un día lluvioso, nublado o soleado (donde se suele pasar de 6.000 candelas a 2,5 candelas en cuestión de unos pocos metros). Además de una mejora de visibilidad y del consiguiente reforzamiento de la seguridad, el nuevo alumbrado, que únicamente se enciende de día, va a suponer un considerable ahorro energético, por encima del 30 por ciento, dando cumplimiento de este modo al principal objetivo de esta línea de financiación, que aboga “por una economía más limpia y sostenible”. La iluminación LED tiene unas ventajas indudables, ya que además de versátil y fácil de instalar, es más eficiente, duradera, resistente y segura, porque funciona con corriente continua de baja tensión. Y además es más ecológica, porque no utiliza ni mercurio ni gases efecto invernadero. El proyecto de renovación del alumbrado de refuerzo en los túneles de Madrid Calle 30 es una actuación acogida a la línea de ayudas a iniciativas comprometidas con una economía baja en carbono promovidas por entidades locales (el Ayuntamiento de Madrid). En este caso concreto, la actuación está cofinanciada por FEDER y gestionada por IDAE. La inversión total ha ascendido a 2.648.236 euros y el importe de la ayuda ha sido de 1.324.118 euros. La ejecución íntegra del proyecto se ha llevado a cabo sin afecciones al tráfico, o sea, sin ninguna molestia para los 486 millones de usuarios que circularon por la M-30 durante el transcurso del pasado año 2023.

El anillo de la M-30, eslabón fundamental de la ‘red arterial de movilidad’ de la capital de España, es hoy una referencia a nivel mundial, no sólo por las magnitudes de una infraestructura singular, sino también por la excelencia operativa de su equipo de profesionales expertos. La M-30 es un anillo (longitudinal) de 32 kilómetros, de los cuales 22 discurren a cielo abierto y 10 kilómetros a través de túneles. Si sumamos todos los ramales, estamos hablando de 238 kilómetros, de los cuales 190 kilómetros discurren a cielo abierto y 48 kilómetros son túneles. Y si sumamos todos los carriles, hablamos de una plataforma de movilidad de 506 kilómetros, de los que 386 kilómetros son a cielo abierto y 120 kilómetros túneles, lo que la convierte en la red de túneles urbanos más extensa de Europa, y que, además, soporta un volumen medio de tráfico de 1,3 millones de vehículos al día, de los cuales medio millón circulan a diario por los túneles. Para facilitar la ubicación de los conductores dentro de estos túneles, se ha implementado un sistema de códigos de localización en los muros. Estos códigos alfanuméricos se distribuyen a intervalos regulares de 20 metros a lo largo de los túneles, con el propósito de proporcionar una referencia precisa de la localización en caso de emergencia. Ofrecen información detallada acerca de la posición del conductor en el túnel, incluyendo el kilómetro y el decámetro en el que se encuentra, así como si está en la calzada exterior o interior de la M-30. Además, en el caso de la calzada, el código especifica si se ubica en el eje central lateral o en un ramal de la vía. Para entender estos códigos, se utiliza la siguiente clave: "X" representa la calzada exterior "N" indica la calzada interior "C" corresponde a la calzada central "L" señala la posición en el lateral "R" denota la ubicación en un ramal Por ejemplo, al interpretar el código de localización "13XL24", se puede determinar que el vehículo se encuentra en el kilómetro 13 más 240 metros, en el lateral de la calzada exterior del túnel. Los códigos de localización implementados en los túneles de la M-30 ofrecen varios beneficios significativos: Facilitan la ubicación precisa en caso de emergencia. En situaciones de emergencia, como accidentes de tráfico o problemas técnicos en el túnel, estos códigos proporcionan una referencia rápida y precisa de la ubicación del vehículo. Esto agiliza la respuesta de los servicios de emergencia, reduciendo el tiempo necesario para llegar al lugar del incidente y prestar asistencia. Mejoran la seguridad de los conductores. Los códigos permiten a los conductores tener un conocimiento claro de su ubicación en el túnel, lo que puede aumentar su sensación de seguridad. Los conductores pueden comunicar su ubicación con precisión a las autoridades o servicios de auxilio en caso de necesidad. Facilitan la planificación y el mantenimiento de la infraestructura. Los códigos de localización también son valiosos para la planificación y el mantenimiento de la infraestructura vial. Proporcionan datos precisos sobre la ubicación de eventos, como reparaciones, inspecciones y limpieza, lo que contribuye a un mantenimiento eficiente de los túneles y una gestión más efectiva de la infraestructura de transporte en general. Esto a su vez puede ayudar a reducir el tiempo de los cortes de los túneles para trabajos de mantenimiento, minimizando las interrupciones en el tráfico.